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No sabes escribir User Stories

Las user stories son esenciales en el desarrollo ágil, permitiendo conectar necesidades del usuario con tareas de desarrollo. Conceptos como INVEST y el uso de personajes son clave para su efectividad. Artículo publicado en gemba.es y recomendado por Digital Skills Institute el 13 de enero de 2025.

Las user stories, o historias de usuario, son una técnica central en el desarrollo ágil de software. Estas historias tienen sus raíces en la metodología de Extreme Programming (XP), introducida por Kent Beck en los años 90. Beck buscaba una forma de capturar los requisitos de software que fuera más adaptable y centrada en los usuarios. De este modo, en lugar de crear listados de especificaciones técnicas extensas y a menudo confusas, se optó por narrar historias desde la perspectiva del usuario. Este enfoque, que se simplificó en el concepto de user story, ha evolucionado y refinado con el tiempo, convirtiéndose en un componente esencial dentro del marco de trabajo ágil.

El concepto de user story fue enriquecido posteriormente por Ron Jeffries, quien introdujo los "Tres C": Tarjeta (Card), Conversación (Conversation) y Confirmación (Confirmation). Estos componentes son esenciales: la tarjeta es el medio físico donde la historia se escribe, la conversación son las discusiones que la rodean y la confirmación son los criterios que definen cuándo la historia está completa. Mike Cohn, por su parte, popularizó este concepto en su libro "User Stories Applied", proponiendo un marco para elaborar historias de usuario efectivas, lo cual es fundamental para cualquier Product Manager.

La escritura de user stories tiene un objetivo crucial: servir de puente entre las necesidades abstractas del usuario y las tareas específicas que debe llevar a cabo el equipo de desarrollo. Para crear historias de usuario efectivas, es vital no solo comunicar lo que se necesita, sino también por qué es importante y para quién. La estructura básica de una user story se formula de la siguiente manera: "Como [tipo de usuario], quiero [alguna acción o funcionalidad] para [algún beneficio o valor]". Cada componente en esta estructura juega un papel esencial en la claridad y efectividad de la historia.

Bill Wake propuso el acrónimo INVEST para describir las características de una buena user story: independiente, negociable, valiosa, estimable, pequeña y comprobable. Una historia debe ser capaz de implementarse de manera independiente, ser lo suficientemente flexible para adaptarse a discusiones, aportar valor verdadero al usuario, ser estimable en términos de esfuerzo, planificable de forma precisa por su tamaño y, finalmente, testable para determinar cuándo está completa. Este marco ayuda a estructurar historias útiles que impulsen el desarrollo de productos.

Hay varias técnicas que ayudan a escribir mejores user stories. Por ejemplo, comenzar con la creación de personajes o personas puede proporcionar una comprensión más profunda de quiénes son los usuarios y cómo interactúan con el producto. Además, el uso del mapeo de empatía permite una exploración más profunda de las perspectivas del usuario, considerando sus pensamientos, sentimientos, y acciones en relación al producto. Al centrarse en los resultados, más que en funcionalidades específicas, se asegura que la historia resuene con las necesidades reales del usuario.

Los criterios de aceptación son además una pieza clave y se deben incluir al momento de documentar una story. Estos criterios definen el umbral de lo que considera como completado, asegurando que las expectativas del usuario coincidan con el resultado final. Por ejemplo, una historia podría ser: "Como usuario de una app de fitness, quiero establecer metas de ejercicio personalizadas para mantenerme motivado y seguir mi progreso". Los criterios de aceptación incluirían elementos como la posibilidad de establecer metas por intervalos de tiempo distintos, recibir notificaciones sobre el progreso, y visualizar dicho progreso en un formato de gráficos.

Evitar errores comunes es también crítico al elaborar user stories. Por ejemplo, ser demasiado técnico, olvidar por qué la historia es importante, o ser demasiado vago puede afectar la eficacia de la historia. En lugar de especificar un deseo técnico ("quiero una base de datos SQL"), es mejor plantear la necesidad desde el punto de vista del usuario y su objetivo final ("quiero almacenar y organizar información para mantener relaciones de negocio"). De igual modo, no se deben juntar múltiples historias en una sola, ya que esto puede complicar su gestión y ejecución.

Finalmente, existen técnicas avanzadas como el story splitting, que consiste en dividir una historia grande en otras más pequeñas para facilitar su ejecución. El uso de escenarios adicionales puede complementar la historia, proporcionando ejemplos claros de cómo se espera que se utilice la funcionalidad, ayudando al equipo de desarrollo a entender mejor el contexto y la aplicación real de las historias de usuario.

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