Las redes sociales han cambiado radicalmente la forma en que nos relacionamos con el mundo, contribuyendo a la destrucción de la verdad a través de la distorsión de la información, la propagación de la desinformación y la polarización de opiniones. Resumen del artículo publicado en technologyreview.es y recomendado por Digital Skills Institute el 20 de enero de 2023.
Las redes sociales han transformado profundamente nuestras interacciones y la manera en que accedemos a la información. Estas plataformas permiten a los usuarios transmitir opiniones y datos a una audiencia global, lo que ha facilitado conexiones y diálogos interesantes. Sin embargo, este fenómeno también ha traído consigo una serie de repercusiones negativas, especialmente en lo que respecta a la verdad y la veracidad de la información que se comparte.
Al compartir contenido en redes sociales, este a menudo se distorsiona. Los usuarios tienden a editar o manipular la información según sus propias creencias, lo que resulta en la difusión de desinformación y en la polarización de opiniones. Este fenómeno se ve amplificado por la incapacidad de muchos usuarios para discernir entre hechos y narrativas sesgadas. La tendencia a consumir únicamente lo que reforza nuestras opiniones puede crear burbujas informativas, donde las voces disientes quedan silenciadas.
Uno de los factores que agravan la situación es la incapacidad de muchos usuarios para verificar la información antes de compartirla. La fácil accesibilidad a noticias no verificadas y teorías de conspiración contribuye a una cultura donde la verdad se diluye. Además, el uso de algoritmos por las plataformas de redes sociales se suma al problema, ya que filtran el contenido que se muestra a los usuarios según sus preferencias y comportamientos. Esto significa que las personas terminan expuestas solo a lo que ya creen, lo que perpetúa la polarización.
Para abordar la crisis de la desinformación, es crucial que los usuarios tomen conciencia de estos mecanismos y se comprometan a buscar y compartir contenido verificable y confiable. La búsqueda de la verdad requiere un esfuerzo colectivo que incluya una mayor educación sobre la verificación de fuentes y el cuestionamiento de la información consumida.