Los costes hundidos afectan decisiones de individuos y empresas, llevándolos a invertir en proyectos perdedores. Adoptar estrategias como iniciar con pequeñas iniciativas puede ayudar a evitar esta trampa. Resumen del artículo publicado en estrategiadeproducto.com y recomendado por Digital Skills Institute el 5 de septiembre de 2025.
Los costes hundidos representan un fenómeno psicológico y económico que afecta tanto a individuos como a empresas. Se refieren a aquellos gastos que ya se han realizado y no se pueden recuperar. A pesar de que racionalmente debería considerarse una pérdida, las personas a menudo permiten que estos costes influyan en decisiones futuras, atrapándose en situaciones poco productivas. Un ejemplo común es continuar leyendo un libro que no es interesante solo porque se ha comenzado. Este tipo de comportamiento también se observa en relaciones personales y, más gravemente, en el mundo empresarial.
La inversión de capital en startups es un ámbito donde los costes hundidos suelen causar problemas significativos. Los inversores pueden seguir invirtiendo en proyectos que no funcionan, aferrándose a la idea de recuperar su dinero en lugar de aceptar la pérdida y redirigir sus recursos. Ejemplos como el fracaso de Wework o las decisiones prolongadas alrededor de Google+ ilustran este patrón. En la actualidad, empresas como Meta y Netflix enfrentan retos similares, dedicando recursos a iniciativas que podrían no ser viables.
Para evitar caer en la trampa de los costes hundidos, es recomendable adoptar ciertas estrategias en el desarrollo de productos. Primero, se sugiere trabajar en iniciativas pequeñas para minimizar la inversión y facilitar decisiones de abandono. Además, es crucial definir el éxito de un proyecto antes de iniciarlo; sin objetivos claros, se dificulta la evaluación del rendimiento. También se puede aplicar un enfoque de "stop loss", limitando el tiempo invertido en un proyecto a fin de proteger recursos valiosos. Mediante estas técnicas, se puede mejorar la toma de decisiones y evitar el ciclo de inversión en proyectos fallidos.