La "quiet ambition" redefine el éxito profesional, priorizando el bienestar personal sobre el ascenso corporativo, reflejando un cambio generacional hacia el equilibrio entre trabajo y vida personal. Artículo publicado en lamenteesmaravillosa.com y recomendado por Digital Skills Institute el 23 de mayo de 2025.
La tendencia emergente conocida como "quiet ambition" está reenfocando la manera en que muchas personas conciben su progreso tanto profesional como personal. Históricamente, escalar en la jerarquía corporativa y asumir roles de poder y liderazgo eran objetivos claramente definidos y socialmente valorados. Sin embargo, cada vez más empleados prefieren priorizar su salud mental y el equilibrio entre la vida personal y profesional frente a la obtención de títulos y posiciones de alto nivel. Esta tendencia es una señal de un cambio de paradigma donde la calidad de vida supera al ascenso profesional.
El fenómeno de la "quiet ambition" es una manifestación de una ambición menos ostentosa pero igualmente significativa. Originado en un contexto donde las estructuras tradicionales de poder son puestas en tela de juicio, este tipo de ambición se caracteriza por la autenticidad, introversión y modestia. La compañía Visier llevó a cabo un estudio para entender mejor esta inclinación, revelando que solo un pequeño porcentaje de empleados, específicamente el 4%, aspira a ocupar posiciones de alto nivel ejecutivo, y apenas el 9% desea asumir cargos de gerencia. Este cambio considerable es testimonio de que muchas personas, especialmente los adultos jóvenes, están reinterpretando lo que significa el éxito de maneras que resuenan más profundamente con sus valores personales.
Existen varias razones detrás de este cambio en la percepción del éxito. En primer lugar, muchas personas están optando por evitar el estrés asociado con roles más altos. A menudo, promociones a roles de liderazgo significan mayor carga laboral, la responsabilidad de manejar equipos o departamentos, y una demanda de disponibilidad constante, todo lo cual puede no compensarse adecuadamente en términos salariales. Frente a esto, los empleados, particularmente de la generación Z, prefieren evitar un estilo de vida que erosione su salud mental.
Además, la definición de éxito ha evolucionado para muchas personas. Para algunos, esto significa poder desconectar del trabajo fuera del horario laboral, mientras que otros buscan pasión o roles específicos que se alineen más con sus intereses personales y profesionales. Este replanteamiento les lleva a trabajar por lo que consideran verdaderamente importante, en lugar de seguir el camino tradicionalmente más valorado.
El equilibrio entre la vida personal y profesional se ha convertido en un requisito crucial para la gran mayoría de los trabajadores. Según el estudio mencionado, un abrumador 63% de los encuestados señaló la conciliación de estos aspectos como un factor no negociable. En consecuencia, el concepto de "work-life balance" ha ganado tanto terreno que cada vez son menos los empleados dispuestos a sacrificar su tiempo libre por títulos prestigiosos.
Paralelamente, hay una creciente desconfianza hacia las jerarquías laborales tradicionales. Algunos empleados prefieren ambientes más colaborativos y horizontales, donde el flujo de trabajo es más inclusivo y menos autoritario. Trabajar por cuenta propia también se presenta como una opción atractiva, proporcionando más autonomía y libertad en comparación con las estructuras corporativas convencionales.
Otro aspecto que disuade a algunos jóvenes de buscar escalafones más altos es la percepción de carecer de habilidades de liderazgo. Las dudas sobre la capacidad para manejar equipos con eficacia pueden hacer que prefieran permanecer en roles que no involucren la supervisión directa de otros.
Para las empresas, la "quiet ambition" presenta un reto importante. Esta falta de interés en roles de gestión podría derivar en una escasez de candidatos dispuestos a asumir posiciones estratégicas esenciales para la organización. Ante esta situación, es crucial que las empresas reconsideren sus estrategias para retener talento. Implementar flexibilidades laborales, asegurar una compensación económica justa, ofrecer beneficios competitivos, y fomentar una cultura corporativa colaborativa y de desarrollo puede alinear mejor las oportunidades con las deseos y necesidades de los empleados.
En la era de la "quiet ambition", el verdadero éxito y crecimiento profesional no se encuentran solo en lo alto de la escalera corporativa, sino en el reconocimiento y la realización personal de cada uno en su propia versión del éxito. Este cambio ofrece a las empresas la oportunidad de innovar sus prácticas organizacionales para adaptarse a una fuerza laboral con valores diferentes y más centrados en el individuo.