La generación Z enfrenta un complejo mercado laboral, con menos oportunidades y alta competencia, lo que impulsa a los graduados a diversificar sus planes profesionales y priorizar la estabilidad. Artículo publicado en businessinsider.es y recomendado por Digital Skills Institute el 29 de mayo de 2025.
La situación laboral para los graduados universitarios de la generación Z enfrenta un escenario complicado y lleno de incertidumbres. A medida que estos jóvenes se preparan para ingresar al mercado laboral, una encuesta realizada por Handshake revela un profundo sentimiento de pesimismo entre los recién graduados. Más de la mitad de los estudiantes universitarios de último año expresan preocupación por su futura incorporación profesional, una tendencia al alza respecto al año anterior. Este sentimiento se ve exacerbado por el panorama actual, donde las oportunidades de trabajo de nivel inicial se han reducido y el número de despidos en sectores anteriormente estables ha aumentado.
El impacto de estos cambios es significativo. Aki Ito, destacado analista, anticipó que el clima laboral para trabajadores de cuello blanco se tornaría complejo, dado que muchos ya no pueden aplicar sus conocimientos adquiridos en la universidad. Este fenómeno se observa en diversos sectores, donde incluso para posiciones básicas ahora se exigen varios años de experiencia, dejando a los graduados en desventaja frente a un excedente de trabajadores más experimentados.
Hiba Rizvi, estudiante de ingeniería de software, es una representación de este desafío. A pesar de su preparación y esfuerzos por involucrarse en ferias de empleo y actualizar su portafolio, Rizvi ha tenido que expandir sus opciones ante las continuas noticias de despidos en las grandes empresas tecnológicas, donde inicialmente esperaba trabajar. Esta situación genera un cambio de estrategia en jóvenes como Rizvi, que buscan cada vez más diversificar sus futuros planes laborales.
De acuerdo con Christine Cruzvergara de Handshake, la creación de nuevas oportunidades laborales ha sido inferior en 2024 en comparación con 2023, mientras que el volumen de solicitudes por cada puesto ha aumentado considerablemente. La competencia feroz se evidencia en datos que muestran un 64% más de solicitudes por puesto de trabajo este año respecto al anterior. Además, solo un 13% de los solicitantes de empleo de nivel inicial logró conseguir un trabajo en los primeros seis meses de 2024.
El ambiente de ansiedad e incertidumbre para los graduados se ve agravado por factores externos como la agitación política, el incremento de la deuda por préstamos estudiantiles y las preocupaciones sobre el avance de la inteligencia artificial en el ámbito laboral. Todo ello empuja a los jóvenes a priorizar la estabilidad en sus decisiones de empleo, aunque muchas veces encontrar dicha estabilidad no resulta fácil. Sasha Friese, otra estudiante reciente, relata su experiencia de haber solicitado más de 200 empleos antes de obtener finalmente un trabajo como técnica de laboratorio, un puesto que aunque le satisface, no llena sus expectativas salariales.
La vivencia de Friese pone de relieve la frustración que sienten muchos graduados cuando se encuentran en la desesperada situación de buscar cualquier empleo relacionado remotamente con su campo de interés. No obstante, también muestra una determinación por seguir adelante y considerar la educación superior como una vía para mejorar sus futuras perspectivas laborales.
Este contexto refleja un escenario complejo para los jóvenes recién graduados, quienes navegan por un mercado laboral lleno de desafíos, donde el optimismo a largo plazo se combina con el pesimismo sobre las oportunidades inmediatas. La transición a la vida profesional se convierte en un desafío que requiere estrategias flexibles y una preparación continua para adaptarse a un entorno cambiante y competitivo.