La generación Z enfrenta un complejo mercado laboral, con menos oportunidades y alta competencia, lo que impulsa a los graduados a diversificar sus planes profesionales y priorizar la estabilidad. Resumen del artículo publicado en businessinsider.es y recomendado por Digital Skills Institute el 29 de mayo de 2025.
La situación laboral para los graduados universitarios de la generación Z es un reflejo de incertidumbre y desafíos. Una encuesta reciente muestra que más de la mitad de los estudiantes de último año se siente pesimista sobre sus perspectivas laborales, un sentimiento que ha crecido con respecto al año anterior. Este pesimismo se agrava por la disminución de oportunidades de trabajo de nivel inicial y el aumento de despidos en sectores que anteriormente ofrecían estabilidad.
La complejidad del mercado laboral se manifiesta a través de requisitos de experiencia cada vez más rigurosos. Muchos recién graduados, aunque han adquirido conocimientos valiosos en sus estudios, enfrentan dificultades para aplicar esas habilidades en un entorno donde incluso los puestos básicos requieren varios años de experiencia. Ejemplos como el de Hiba Rizvi, estudiante de ingeniería de software, ilustran esta realidad. A pesar de participar en ferias de empleo y trabajar en su portafolio, Rizvi ha tenido que diversificar sus opciones ante las constantes noticias de despidos en proyectos tecnológicos.
Adicionalmente, la creación de empleos nuevos ha sido escasa en 2024, mientras que el número de solicitudes para cada puesto ha aumentado notablemente, haciendo que la competencia sea feroz. Datos indican que hay un 64% más de solicitudes por trabajo en comparación con el año anterior. Solo un 13% de los solicitantes de trabajo de nivel inicial logró asegurar un puesto en los primeros seis meses de 2024.
Los graduados también enfrentan el peso de factores externos como la agitación política, el aumento de la deuda estudiantil y la influencia de la inteligencia artificial en el trabajo. Todo esto lleva a muchos jóvenes a priorizar la estabilidad en sus decisiones laborales, aunque a menudo resulta difícil de alcanzar. Experiencias como la de Sasha Friese, quien solicitó más de 200 empleos antes de conseguir un trabajo, subrayan la frustración de buscar oportunidades que cumplan con sus expectativas. Este panorama desafiante exige adaptabilidad y un enfoque proactivo en la preparación profesional.