Sam Altman anticipa que la inteligencia artificial podría alcanzar la singularidad tecnológica para 2025, pero su impacto puede ser menos disruptivo de lo previsto, sugiriendo una adaptación gradual. Resumen del artículo publicado en xataka.com y recomendado por Digital Skills Institute el 21 de noviembre de 2024.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha identificado el año 2025 como un hito en el desarrollo de la inteligencia artificial, sugiriendo que podría ser el momento en que se alcance la singularidad tecnológica. Este concepto allana el camino hacia un futuro donde las máquinas no solo imiten, sino que superen la inteligencia humana. Sin embargo, Altman advierte que el impacto de este avance puede ser menos transformador en nuestra vida diaria de lo que algunos anticipan, proponiendo que la transición hacia una realidad con inteligencia artificial avanzada podría ser más gradual.
La inteligencia artificial general (AGI), que se perfila como la capacidad de las máquinas para igualar y superar la cognición humana, es un tema central en las reflexiones de Altman. Durante su intervención en el World Economic Forum en Davos, destacó que, aunque la AGI podría ser una herramienta poderosa, su introducción en la sociedad no provocarará cambios tan radicales en el entorno laboral o social. Este enfoque sugiere que el progreso hacia la AGI no dará lugar a una revolución inmediata, sino que se incorporará de manera más paulatina.
El debate sobre la singularidad no es reciente. Nick Bostrom fue pionero en la idea de una "explosión de inteligencia", que permitiría una evolución tecnológica continua. Sin embargo, Altman plantea que esta evolución no tiene por qué conllevar una alteración abrupta en nuestra sociedad. En su artículo "The Merge", reflexionó sobre cómo la fusión entre humanos y tecnología ya está en marcha, destacando el impacto sutil pero significativo de los dispositivos móviles y las redes sociales en nuestras decisiones cotidianas.
A pesar de las diferentes opiniones sobre la AGI, la discusión sigue en activo. Algunos expertos, como Ray Kurzweil, advierten sobre posibles transformaciones disruptivas, mientras que Altman aboga por un enfoque cauteloso. Su perspectiva sugiere que es vital observar el avance tecnológico como un proceso continuo, evitando la sobreestimación de los cambios inmediatos que pueda acarrear. Esto implica que, aunque la tecnología progresa rápidamente, la adaptación a estos cambios será un fenómeno gradual que enriquecerá lentamente nuestra vida cotidiana.