El síndrome del impostor es un trastorno psicológico que sufren personas con éxito, pero que son incapaces de reconocer y valorar sus logros. Este síndrome puede afectar al rendimiento de los empleados, reduce su productividad, aumenta su estrés y disminuye su motivación. Para evitar este síndrome, se pueden implementar medidas como fomentar la equidad, impulsar el reconocimiento de los logros, crear ambientes de confianza y proporcionar apoyo psicológico. Además, es importante estar informado y preparado para detectar este síndrome y apoyar a los colaboradores en su reconocimiento personal y profesional. Resumen del artículo publicado en sage.com y recomendado por Digital Skills Institute el 5 de mayo de 2023.
El síndrome del impostor se manifiesta como un trastorno psicológico que impide a las personas con éxito reconocer y valorar adecuadamente sus logros. Quienes lo padecen suelen minimizar sus éxitos y pueden experimentar una fuerte autoexigencia, perfeccionismo y temor al fracaso. Este fenómeno afecta al 70% de la población en algún momento de su vida y puede convertirse en un obstáculo significativo para el desarrollo profesional, limitando la capacidad de las personas para asumir riesgos y actuar de manera proactiva.
El impacto de este síndrome en el ámbito laboral es considerable, ya que puede disminuir la productividad y aumentar los niveles de estrés y ansiedad entre los empleados. El miedo a no cumplir con las expectativas puede llevar a una falta de motivación, afectando no solo al individuo, sino también al rendimiento general de la empresa. Es especialmente preocupante que un 86% de los jóvenes de entre 18 y 34 años se sientan inapropiados para sus puestos de trabajo, mientras que un 70% de las mujeres reconoce haber experimentado este síndrome. En sectores como el tecnológico, más del 50% de los trabajadores asegura haberlo padecido.
Para abordar y prevenir el síndrome del impostor, las empresas pueden implementar diversas estrategias, como promover un entorno de equidad e inclusión, reconocer los logros de los empleados y fomentar la creación de grupos de trabajo basados en la confianza. A su vez, la terapia cognitiva se presenta como una herramienta útil para ayudar a las personas a cambiar su percepción de sí mismas, reconociendo sus habilidades y capacidades.
La concienciación y la preparación de los líderes para identificar y apoyar a sus colaboradores son fundamentales en este proceso. Reconocer y valorar a los empleados no solo mejora su bienestar, sino que también potencia el desempeño de la organización en su conjunto.