El despido de una trabajadora en Madrid por grabar vídeos en TikTok fue declarado improcedente, resaltando la necesidad de criterios claros sobre el uso de redes sociales en el trabajo. Resumen del artículo publicado en eldiario.es y recomendado por Digital Skills Institute el 6 de mayo de 2025.
El uso de redes sociales en el ámbito laboral suscita debates legales y éticos, reflejados en casos recientes que ejemplifican la tensión entre la libertad personal y los intereses empresariales. Un caso destacable ocurrió en Madrid, donde una trabajadora fue despedida por compartir videos en TikTok durante su jornada laboral. La empresa argumentó que estas acciones comprometían su imagen, sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia determinó que eran conductas aisladas que no justificaban un despido disciplinario. Este fallo obligó a la compañía a optar entre readmitir a la empleada o indemnizarla con más de 23,000 euros, destacando así la importancia de ponderar adecuadamente el impacto de las conductas en redes sociales.
La sentencia refleja una tendencia creciente en el entorno laboral, donde el contenido compartido por los empleados en plataformas como TikTok puede ser visto de manera distinta según la perspectiva. Aunque estos vídeos pueden parecer inofensivos para los trabajadores, las empresas deben evaluar su posible repercusión en la productividad y la imagen corporativa. En el caso de la trabajadora madrileña, el tribunal concluyó que su actividad consistía en un “mero baile” que no afectaba la reputación de la compañía.
Por otro lado, el caso en Canarias ilustra cómo las circunstancias pueden variar. Aquí, una trabajadora fue despedida tras ser vista bailando mientras estaba de baja médica, lo que contradecía las restricciones de su estado. Este incidente subraya que el contexto del comportamiento en redes sociales es fundamental para determinar la legalidad de una sanción laboral.
Los tribunales han abordado otros incidentes similares, como el de un trabajador en Zamora, donde se determinó que los vídeos no impactaban de manera significativa la imagen del negocio, resultando en la anulación del despido. Estos casos ponen de manifiesto la necesidad de normativas claras que regulen el uso de redes sociales, promoviendo un entendimiento entre las empresas y sus empleados sobre las expectativas y los límites en este ámbito.